Generalmente se
relaciona la creatividad con el arte, por lo que cuando en las escuelas se dice
que ha de incluirse la creatividad como ingrediente curricular, se piensa en
actividades como pintura, música o teatro. Pero en el mundo laboral, la
creatividad juega un papel relevante, más allá del conocimiento necesario para
un puesto, la persona creativa resuelve problemas, y hace ganar miles de
dólares a la compañía que le contrata.
Si se piensa en
los negocios, la innovación es la clave, la diferencia entre continuar
creciendo en la vorágine empresarial o cerrar
las puertas de un empresa sin importar cuantos años haya llevado hacerlo
crecer hasta cierto nivel.
En una búsqueda
entre comentarios de Linkedin, se encuentra que las personas de recursos humanos
tienen esta habilidad como las más deseadas entre los empleados. Recuerdo solo
uno de los miles de comentarios que arrojó mi búsqueda, y era de una persona
que estaba buscando un puesto de alto nivel y decía que después de dos horas de
entrevista, el CEO de la compañía le preguntó a este postulante, de manera
perturbadora y sin que tuviera que ver nada con el puesto que ocuparía,
¿cuántos son dos más dos?, la persona respondió: Lo que sea que usted quiera
que sea, y dice que increíblemente consiguió el empleo con esa sola respuesta.
Existen diversas
explicaciones de lo que es la creatividad, pero básicamente es la capacidad de generar
ideas, o pensamientos que llegan a soluciones originales, y se puede aplicar a
todos los ámbitos de la vida.
Se le asocian
diversos conceptos como ingenio, talento lluvia de ideas, inventiva, originalidad,
intuición, inspiración, imaginación, serendipity, arte, inteligencia, pensamiento flexible,
divergente, innovación, solución de problemas, capacidad de análisis y
síntesis, inventiva, pensamiento original y de cambiar el entorno.
Estudios
neurocientíficos señalan a la corteza pre frontal como la responsable de las
ideas creativas, sin embargo, la mayoría de las investigaciones se han
desarrollado relacionando actividades artísticas, de modo tal que se ha encontrado
que esta área procesa las tareas musicales, y la creatividad visual y verbal (Fuster,
2008; Runco, 2007).
Sin embargo cabe
destacar que la creatividad, más allá del arte requiere un pensamiento flexible
y adaptabilidad a las necesidades de las tareas, pensamiento divergente y
resolución de problemas, por lo que Damasio (citado en Runco, 2007) explica que
la jerarquía cerebral en lo que respecta a este tipo de tareas estaría dado por
la relación entre los macrosistemas, las
redes neuronales y los procesos moleculares, pues la creatividad es la suma de muchos
procesos funcionales, ya que debe verse salpicada por la motivación, amplia
experiencia en el tema, conocimiento del campo en el cual se está elaborando
las ideas, lo cual implica una representación y diversificación de ideas que
permita encontrar una de entre muchas que sea adecuada, novedosa y suficiente
para resolver el problema en el que se desea innovar.
Se dice
usualmente que los niños son particularmente creativos, y es por ello que
muchas de las habilidades se deben comenzar a desarrollar cuando niños, por
ejemplo las actividades artísticas y es así en parte por que no temen hacer o
decir cosas ni a la critica social. Pablo Picasso dijo alguna vez que “todos los niños son artistas, el problema es
que pierden el genio cuando crecen” ¿cómo ocurre eso?.
Una explicación
es que la corteza pre frontal, se desarrolla durante los primeros años de vida,
pero eventualmente crece y se expande en densidad y volumen como parte del
desarrollo normal del cerebro adulto, y da como resultado la cualidad cognitiva
adulta del control de impulso y la atención, pero al mismo tiempo, inhibe la capacidad de
pensamientos aislados, y esto, hace crecer la auto censura, y debido al moldeamiento
ambiental, por lo que el adulto aprende a detenerse debido a la critica social
(Fuster, 2002; Lehrer, 2010).
Y es aquí donde
comienza la paradoja social que lleva a muchas personas, sobre todo jóvenes a
la frustración y a otros a la gloria, pues socialmente se pide, se aplaude la
innovación y la generación de ideas y por otro lado, se inhibe esta característica
en las escuelas. Aunque en Europa desde algunos años se ha intentado integrar
la creatividad como parte de las políticas académicas y culturales (Robinson,
1999).
El problema es
que la cultura cambia a ritmos acelerados gracias a la revolución tecnológica
donde cada día surgen nuevas aplicaciones y formas de interactuar y como
menciona Robinson, (2011) el cambio nunca
es lineal y no puede predecirse que hay a la vuelta de la esquina, mientras
de la curricula tradicional, no ha logrado dar el brinco y dejar de pensar que
todos los alumnos deben aprender lo mismo, al mismo ritmo (Dzib Goodin 2011)
por lo que la interacción entre creatividad y curricula deberá darse cuando una
de las dos permita a la otra encontrar la cuadratura del círculo.
Permitir el
pensamiento flexible implica que no hay solo una respuesta correcta, sino en
todo caso, diversas aproximaciones al mismo problema, sin caer en el otro error
de la educación, que es poner en competencia por el mejor, lo cual minimiza la
mayor parte de las veces la
tolerancia a la frustración y
crea emociones negativas (Akinol y
Mendes, 2008). Una investigación reciente muestra que existe una
tendencia de parte de las personas más creativas a la deshonestidad, debido a la
presión por ser el mejor y encontrar las mejores opciones (Gino y Ariely, 2011).
Sin embargo, la
creatividad se debe desarrollar para la vida cotidiana, no solo para el arte, la ciencia o las grandes
empresas, el pensamiento flexible puede ser la respuesta a muchas situaciones
de la vida cotidiana, que combinado con la creatividad permitiría emplear
diversas herramientas (Ionescu, 2011) y no solo las más populares, o emplearlas
de modo más efectivo.
Y quizá la
pregunta es ¿cómo se puede enseñar la creatividad?, si se buscan esas palabras
en Google, se encuentran 4 millones 600 mil entradas, y da la impresión de que
no hay duda de que es posible enseñar este don tan valioso para las empresas, sin
embargo, aun cuando no es una habilidad que solo puedan tener algunos elegidos,
parece que los expertos coinciden en que deben existir ciertas condiciones como
la estimulación del ambiente, retos motivadores a resolver, conocimiento sobre
un tema, cierto nivel de conocimiento en el área a desarrollar, práctica,
motivación y que cada uno aprenda a reconocer los momentos de iluminación (DiChristina,
2008).
Los expertos también
explican que este pensamiento creativo no surge necesariamente escuchando musas, surge de la
lectura, la observación, la interacción con el mundo, lo que provoca una lenta
pero profunda incubación de ideas, y que cuando se está en el proceso, debe
evitarse de la mejor forma posible las distracciones, pues a veces hacen que se
pierda un idea, la cual puede ser difícil o a veces imposible de recuperar. Se
han de buscar la menor cantidad de ideas sofisticadas, para evitar la
frustración, y aprender a escuchar la crítica, sin que está golpee demasiado al
ego, pues será este quien resulte ganador cuando surja la idea del millón de
dólares (Johnson, 2010). Y cabe mencionar que la originalidad no es suficiente
para la creatividad, pues habrá que considerar también como variable la
utilidad de la idea (Runco and Jaeger, 2012).
Es por eso que
Pablo Picasso dijo alguna vez que “la
inspiración existe, pero ha de encontrarnos trabajando”, de modo tal que no
o es fácil tener una receta que produzca ideas innovadoras, además, habrá que
considerar los entornos, pues si bien algunos necesitan la soledad y la calma
para crear, otros se sienten inspirados escuchando lluvias de ideas dentro de
los equipos de trabajo, con múltiples puntos de vista y formas de pensar.
Pero hay que
considerar que el mundo moderno ofrece ventajas de comunicación sin precedentes,
por ejemplo, equipos de trabajo internacionales reunidos en salas de
conferencia virtuales o en video conferencias, con la posibilidad de compartir
de manera multicultural influencias y conocimientos, por lo que las
posibilidades creativas se pueden multiplicar.
A nivel escolar
existen áreas donde la creatividad y la innovación son básicas,
independientemente del campo educativo. Es por eso que los programas escolares
no pueden dejarla fuera, pero mientras no haya un cambio curricular, y se deje
de lado la idea de que todos deben aprender lo mismo, al mismo ritmo y de la
misma forma, la creatividad no será un insumo. Y muchos pierden la pasión y
probablemente la posibilidad de desarrollar el talento (Dzib Goodin, 2011).
Es por ello que
la invitación es a permitir que la innovación y la creatividad sean un tema y una habilidad en lo cotidiano, en todos los
ámbitos sociales, para encontrar la cuadratura del círculo negro de colores y
permitir que el talento florezca, pues al final la labor escolar, debería ser
ayudar a la búsqueda del talento y entre más jóvenes, mejor.
Alma Dzib Goodin
Si te gustó este sitio, puedes conocer un poco más de mi trabajo en: http://www.almadzib.com
Para la versión en español, da click en la parte superior derecha
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Referencias:
Akinola, M. and Mendes WB. (2008) The dark side of creativity: Biological vulnerability and
negative emotions lead to greater artistic creativity. Pers. Soc. Psychol. Bull. 34 (12) 1677-1686.
DiChristina, M. (2008) Let your creativity soar. Scientific American
Mind. 19 (3) 24-31.
Dzib Goodin, A. (2011) The search
for talent: the holy grail. Disponible en : http://talkingaboutneurocognitionandlearning.blogspot.com/2011/12/search-for-talent-holy-grail.html.
Fuster, JM. (2008) Prefrontal
cortex. Elsevier. Oxford. UK.
Fuster, JM. (2002) Frontal lobe and cognitive development. Journal of Neurocytology. 31.(3-5)
373-385.
Gino, F. and Ariely, D. (2011) The
dark side of creativity: Original thinkers can be more dishonest. Harvard
Bussiness School. Working papers. Disponible en
red: http://hbswk.hbs.edu/item/6613.html.
Ionescu, T. (2011) Exploring the nature of cognitive flexibility. New Ideas in Psychology. 30 (2) 190-200.
Johnson, S. (2010) Where good ideas come from: The natural history of
innovation. Penguin publisher. USA.
Lehrer, J. (2010) Childish
creativity. Disponible
en red: http://scienceblogs.com/cortex/2010/03/childish_creativity.php.
Robinson, K. (1999) Culture, creativity and the young:
developing public policy. Council of Europe Publishing. Belgium.
Robinson, K. (2011) Out of our
minds. Courier Westford. Westford, MA. USA.
Runco, M. (2007) Creativity
theories and Themes: research, development and practice. Elsevier Academic
Press. USA.
Runco, M. and Jaeger, GJ. (2012) The standard definition of creativity. Creativity Research Journal. 24 (1)
92-96.
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