Continuando con el recorrido por el ADN, les puedo decir que posterior a
la comprensión en la composición de esta molécula (a la que se le llamó la molécula de la vida), se continuó la investigación para comprender la conformación genética de
los seres humanos.
Lo que se aprendió en los primeros años de estudio es que el genoma de un ser humano normal está formado por 23 pares de cromosomas, los heredados por la madre y los heredados por el padre que forman cada par, pero en total existen 24 pares de cromosomas por que 2 corresponden a los cromosomas sexuales el X y el Y, que se conjuntan en XX si se es mujer y en XY si se es un varón.
Posteriormente múltiples investigadores se suman con descubrimientos claves como el de Paul Berg y colaboradores, quienes en 1972 crearon la primera molécula recombinante de ADN, y científicos de la Universidad de Harvard y del Reino Unido desarrollan una técnica para secuenciar el ADN.
Lo que se aprendió en los primeros años de estudio es que el genoma de un ser humano normal está formado por 23 pares de cromosomas, los heredados por la madre y los heredados por el padre que forman cada par, pero en total existen 24 pares de cromosomas por que 2 corresponden a los cromosomas sexuales el X y el Y, que se conjuntan en XX si se es mujer y en XY si se es un varón.
Es es pues el objeto de trabajo de la genética, la cual
se ocupa de la herencia y vulnerabilidad de los rasgos genotípicos específicos
y de los genes asociados a ellos. A diferencia, la nueva ciencia de la genómica tiene
como objeto el genoma en su conjunto, incluso sus múltiples interacciones con
factores del ambiente, que resultan en la totalidad perceptible del organismo
individual. Para ello cuenta con herramientas metodológicas que permiten
estudiar en un tiempo, de forma global o en paralelo, una sola muestra
biológica, miles de genes o sus productos (Velázquez, 2004).
Cabe
mencionar que el genoma (es una palabra compuesta por genes y cromosoma) y es
la totalidad de material genético de un individuo que contiene la información
para el funcionamiento y el desarrollo de un nuevo organismo, desde que
el ovulo es fecundado por el espermatozoide hasta el final de la vida (Kaessmann
& Pääbo, 2002; Velázquez, 2004).
Estas
secuencias génicas son las que controlan la mayoría de las estructuras y las
funciones corporales, tales como la constitución de los distintos órganos de
los seres vivos, la conexión entre las neuronas del sistema nervioso, el color
de la piel, la estatura, etc., sin embargo para que los genes ejerzan su acción
específica se requiere además de su integridad estructural y funcional, la
presencia de un ambiente adecuado
Otros dos
conceptos genéticos fundamentales son los de genotipo y fenotipo, que son palabras que se escuchan frecuentemente, el
primero se refiere a la constitución genética de un individuo, es decir el
genoma específico de un individuo en forma de ADN, mientras que el fenotipo se
refiere a lo que es aparente
como las facciones, el color de ojos, el timbre de la voz. Entonces se puede
decir que el genotipo puede definirse como el conjunto de genes de un
organismo y el fenotipo como el conjunto de rasgos de un organismo.
Es así que lo
que genera la diversidad de razas y de rasgos físicos es la recombinación
genética a la que cada generación se somete, pero cada individuo es
genéticamente diferente a todos los demás (excepto si tiene un gemelo
idéntico), ya que la variedad de óvulos o espermatozoides que se forman a lo
largo de la vida es tan grande que para fines prácticos, solo se puede decir
que ninguno de ellos es igual al otro. Así, las mutaciones son la materia prima
de la diversidad genética, pero está es aún mayor y menos controlable en las
especies con reproducción sexual, que todo el tiempo enfrenta genomas diferentes.
Con toda la
información emerge con luz propia el Proyecto Genoma
Humano (PGH), que constituye la mayor aventura científica de la biología
humana y el mapa genético que va a conocerse. A través de ese proyecto,
se ha comenzado a establecer la medicina del futuro, ya que el Proyecto
Genoma Humano es un trabajo internacional cuyo objetivo era obtener una
descripción completa del genoma humano, a través de la secuenciación del ADN.
Se sabe que el genoma humano, consta de 3 mil millones de pares de bases, que
puede ser comparable con una enciclopedia compuesta de mil volúmenes, cada uno
con mil páginas y 3 mil letras por página. Las bases serían las letras; los
genes las palabras y las frases; mientras que los cromosomas serían los diferentes
volúmenes de la enciclopedia. Pero los secretos se encuentran divididos en diversas secciones, ya que una vez que se ha completado la secuenciación
del genoma mitocondrial humano, el siguiente paso es investigar el genoma
nuclear, es por ello que dada la escala del esfuerzo que el proyecto supone, representa lo que
podríamos considerar el primer proyecto de gran ciencia en
biología (Velázquez, 2004).
Pero la secuenciación no es sencilla, ya que término genoma
humano se utiliza para describir la totalidad de la información genética
(contenido de ADN) de las células humanas, pero en realidad, engloba a dos genomas:
un genoma complejo, nuclear, y un genoma sencillo, mitocondrial.
El genoma nuclear,
que contiene más del 99 % del ADN celular, tiene un total de 3000 Megabases
(Mb) que se reparten entre los 46 cromosomas, 22 pares autosómicos diferentes y
dos cromosomas sexuales, que pueden ser diferenciados gracias a la aplicación
de técnicas de bandeo cromosómico.
El número de genes que contiene el genoma
nuclear se estima en un rango que oscila entre 30.000 y 150.000. Mientras que
el genoma
mitocondrial humano está definido por un solo tipo de ADN. Su secuencia de
nucleótidos ha sido ya completamente establecida y consta de 16,569 pares de
bases de longitud que contienen 37 genes. A diferencia de su equivalente
nuclear, el genoma mitocondrial humano es extremadamente compacto,
aproximadamente el 93% de la secuencia de su ADN es codificante.
En el genoma
nuclear, el porcentaje de ADN codificante es solamente del 3%, el 97%
restante, cuya importancia es motivo de controversia, fue denominado
impropiamente ADN
basura en un principio. Sin embargo se ha comprobado, que desempeña un papel
decisivo en la función normal del genoma, en la reparación y en la regulación,
y quizás hasta en la evolución de los organismos multicelulares. Por otro lado,
los borradores de los proyectos público y privado del genoma humano han
revelado que todos los humanos somos idénticos en un 99,8% (Glusman, Sosinky,
Ben-Asher, Avidan, Sonkin and Bahar, 2001).
Es por ello que el
esfuerzo por descifrar el genoma humano, ha sido una aventura que ha sido
posible en diferentes etapas. La primera inicia en la década de los
50, cuando James Watson y Francis Crick en 1953 descubren la estructura
helicoidal del ADN.
Posteriormente múltiples investigadores se suman con descubrimientos claves como el de Paul Berg y colaboradores, quienes en 1972 crearon la primera molécula recombinante de ADN, y científicos de la Universidad de Harvard y del Reino Unido desarrollan una técnica para secuenciar el ADN.
Ya en
la década de los 80 en un esfuerzo conjunto entre las Universidades de
Stanford, Utah, Japón y otros países se propone un método para el mapeo de todo
el genoma humano. Un mapa genético consta de varios marcadores genéticos
localizados a poca distancia uno de otros, cuyo orden se ha podido determinar a
lo largo de cada uno de los cromosomas, este es como un mapa físico, que se
convierte en una enorme colección de pequeños fragmentos cromosómicos
igualmente ordenados de acuerdo a su posición relativa en sus cromosomas
correspondientes.
Después se
investigó cuales marcadores y en que orden se encuentran en cada uno de los
fragmentos del mapa físico. Como si fuesen piezas de un rompecabezas, si dos
fragmentos comparten uno o varios marcadores genéticos, esto indica que los dos
fragmentos se encuentran contiguos. De esta forma el mapa genético permite conocer el
orden que guardan entre si los fragmentos del mapa físico, lo cual fue una carrera para diversos laboratorios (Velázquez, 2004).
Con el
desarrollo en 1985 de la técnica de PCR (reacción en cadena de
la polimerasa) por Kary Mullis y colaboradores para replicar el ADN, se realizaron diferentes estudios para secuenciar modelos de
microorganismos. Pero fue hasta 1995 que se publicó el mapeo genético del
primer microorganismo vivo: el Haemophilus influenzae constituido por 1740
genes. Esta técnica tiene como objetivo obtener un gran número de copias de un
fragmento de ADN particular, partiendo de un mínimo; en teoría basta partir de
una única copia de ese fragmento original, o molde y así amplificar un
fragmento de ADN; su utilidad es que, tras la amplificación, resulta mucho más
fácil identificar con una muy alta probabilidad virus o bacterias causantes de
una enfermedad, identificar personas (cadáveres) o hacer investigación
científica sobre el ADN amplificado (Bartlett & Stirling, 2003).
Referencias:
Bartlett, D. & Stirling, H.
(2003) A Short History of the Polymerase Chain Reaction. Methods Mol
Biol. 226:3-6.
Glusman, G. Sosinky, E., Ben-Asher,
N. Avidan, D. Sonkin, A Bahar, D. (2001) Sequence, structure and evolution of a
complete human olfatory receptor gene cluster. Genomics. 63: 227-245.
Kaessmann, H. & Pääbo, S. (2002)
The genetical history of humans and the great apes. Journal of
Internal Medicine. 251. 1-18.
National
Human Genome Research Institute (SF) A brief history of the Human Genome
Project. Disponible en: http://www.genome.gov/12011239
Velázquez,
A. (2004) Lo que
somos y el genoma humano: des-velando nuestra identidad. Ediciones
científicas universitarias. UNAM. FCE.
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