También se dice que nadie nace sabiendo
ser padre y que es importante reconocer patrones de comportamiento claves para
regular la conducta de los hijos.
Pero cabe analizar si en verdad no se
tienen patrones de conducta evolutivamente diseñados con el fin de llevar a
buen curso a la especie.
En esta ocasión les presento dos modelos
parentales totalmente distintos, ambos de aves en ambiente natural, sin
domesticación y por tanto sin lastres culturales, en un ambiente semi natural,
ya que viven entre personas que no les molestan, sin embargo, sus predadores
naturales están ahí, entre los que se cuentan zorros, coyotes, búhos, garzas y
halcones.
En este ocasión el modelo de conducta está centrado en el
Ganso Canadiense (Branta Canadensis) que es de la familia Anatidae, del orden
de los Anseriformes y del super orden de los Galloanserae. Hay documentos que
muestran que estas aves han habitado la tierra desde al menos 10 millones de
años.
La otra especie observada es el Pato Mallard
o Pato Salvaje (Anas Superciliosa) del orden de los Anseriformes, de la Familia
Anatidae, de la Especie A. Platyrhynchos. Se cree que vivieron al menos desde
el Pleistoceno por lo que al menos han estado sobre la faz de la tierra desde
hace 11 700 años.
A pesar de que ambas especies habitan el
mismo espacio, muestran conductas parentales diferentes.
En el caso del ganso canadiense, ambos
padres se encargan de cuidar a las crías, por lo que es común ver a ambos
padres observando y dirigiendo a los pequeños. En caso de detectar algún tipo
de peligro, tienden a mostrar conductas de ataque o bien atacar.
Desde muy pequeños, las bebés ganso comienzan
a modular respuestas conductuales imitando a los padres, cuando muy pequeños
suelen quedarse en los lugares donde hay agua, pero conforme crecen las crías,
comienzan a explorar territorio. Los gansos vuelan, caminan, corren y se
preparan para emigrar durante el invierno.
Las crías nacen a principios de la
primavera y su territorio se circunscribe al espacio donde nacen, sin embargo
los lugares de nidación no son siempre los mismos, estos varían año a año. Debido a ello no ha sido posible seguir a muchas
familias.
Las familias no conviven con otras, hasta
que las crías comienzan a moverse más en el entorno, sin embargo, los padres
siempre están al pendiente de sus propios hijos, a quienes enseñan a volar,
pescar y atacar.
Muestran conductas de ataque intensas
cuando los pichuelos son más vulnerables, especialmente porque las parejas
suelen tener entre 3 y 6 polluelos.
Las clases de nado siempre son dirigidas
por la madre y observadas muy de cerca por el padre. Mi impresión es que el
padre se queda en el punto donde la familia es más vulnerable. Usualmente si se
ve a algún miembro herido, es el padre.
Las crías cambian de plumaje con el paso
de las semanas y dejan sus pijamas amarillas por un plumaje gris que es
remplazado por el color natural de los adultos.
Por otra parte, el Pato Salvaje, muestra
mucho menos rigidez en las conductas de cuidado. En primer lugar, los machos y
las hembras conviven en el mismo espacio pero suelen estar en grupos separados,
hasta el momento del apareamiento. Es común ver a los patos descansando
mientras las madres cuidan, protegen y enseñan a sobrevivir a los polluelos.
Las crías por camada pueden ser 1 a 3, no
más de ello, en parte debido a que la madre probablemente no puede cuidar sola
a más crías.
Estas aves, conviven en grupo, pero cada madre cuidad y observa a sus hijos.
Los polluelos, comienzan a nadar cerca de la madre e imitan sus conductas. En
caso de peligro se acercan a ella para buscar refugio.
Una vez que las crías están en edad de
cuidarse por si mismas, se unen al grupo, separado por géneros, y para entonces
se alistan a esperar el invierno, sobrevivir a él, para contar con la promesa
de la primavera.
Es así que el resto de las especies busca
mecanismos de cuidado de los hijos, cumpliendo el mismo patrón natural que
mantiene a todos sobre la faz de la tierra.
Referencias:
Referencias:
Buntin, JD.
(1996) Neural and Hormonal Control of parental behavior in birds. Advances in the Study of Behavior. 25.
161-213.
Ghalambor, CK.,
Peluz, SI., and Martín, TE. (2013) Plasticity of parental care under the risk
of predation: how much should parents reduce care?. Biology Letters. 9 (4) doi:
10.1098/rsbl.2013.0154
Martin, TE., Martin,
PR., Olson, CR., Heidinger, BJ., & Fountaine, JJ. (2000) Parental care and
clutch size in North and South American birds. Science. 287 (5457) 1482-1485.
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